Los elementos que diferencian los procesos técnicos en la representación de personajes en el teatro de texto o en el teatro musical están registrados de forma constante desde el siglo xvi, en que se emplaza el origen del género operístico, hasta nuestros días.
Este libro indaga en las aportaciones que en este campo realizaron Fedor Chaliapin, Konstantin Stanislavski y Vsevolod Meyerhold en la escena operística.
La profesora Susana Egea inicia su estudio con el análisis de los precedentes y de los trabajos realizados por actores, cantantes, coragos, dramaturgos, compositores a lo largo de los siglos xvi, xvii, xviii sobre los procedimientos de construcción de vida escénica en música y la técnica actoral en arte dramático.
La segunda parte del volumen recoge el trabajo que Stanislavski desarrolló con los cantantes de ópera, después de que en 1918 se iniciara el convenio entre el Teatro de Arte de Moscú y el Teatro Bolshoi; y aborda la relación de Meyerhold con la ópera quien, durante casi diez años, tendría bajo su cargo la dirección artística del Teatro Marinski. Presenta, así, nuevos enfoques sobre los dos creadores, y un mayor análisis de su vinculación con el método de Chaliapin, referente para ambos.
Un estudio necesario para reformular aspectos sobre la historia de la técnica actoral, e imprescindible para el conocimiento sobre los procesos de entrenamiento actoral para la escena y en la ópera, en particular.